MÉXICO: EL NUEVO PEÓN DE CUBA Y ‘RESERVA’ DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Aaron Rios Sarmiento

Aaron Rios Sarmiento

Politólogo e Internacionalista. Es Analista Internacional y especialista en asuntos de Defensa, Seguridad Nacional e Inteligencia. Cuenta con postgrado en Estrategia, Políticas Públicas y en Gerencia Política, es Asesor Político de autoridades y líderes en Perú e Iberoamérica. Se desempeña en ámbito publico y sector corporativo. Colabora con medios de comunicación y think tanks en materia de Radicalismo global, Análisis Político, Asuntos Económicos y Recursos Críticos.

Por: Aaron Rios Sarmiento

El socialismo, su versión más extrema el comunismo, en sí, toda la izquierda, poseen la misma naturaleza de la sanguijuela, caracterizándole el succionar, en este caso no la sangre sino más bien los recursos y las capacidades de los países que incomprensiblemente la adopten. Es decir, convierten a los países en lánguidas vacas, y a sus ciudadanos en esclavos, semejantes a aquellos de la época de la Conquista ibérica hacia América, en la que se entendía que el esclavo lo era debido a que no tenía alma, casi un subhumano. En palabras de Hana Fischer del PanamPost, tienen la naturaleza del «parásito» y pues la tendrían completa ya que su principal activo como parásito es su «adaptabilidad» a las diversas circunstancias y contextos.

Y no es algo inventado. Las pruebas reales existen, no solo lo sufrió la Rusia soviética y sus estados aledaños, o geopolíticamente hablando, sus ‘estados satélites’, que adoptaron las mismas ideas y programas hace décadas, tenemos también ejemplos más cercanos en espacio y tiempo con devastadoras experiencias, como Cuba, Venezuela con el chavismo, la Argentina de los Kirchner, Brasil con Lula da Silva y Dilma, Nicaragua de Ortega, y tantos otros.

Perú hubiera sufrido lo mismo con el gobierno de Humala, pero la diferencia es que su sector empresarial, además de ser conservador, tiene mucho poder e influencia en la política doméstica peruana lo cual harían poco probable un giro total a la izquierda. Ello no significa que no hayan existido políticas zurdas en cuanto a educación, asuntos exteriores, legislación, tanto que nos sigue afectando su impacto negativo. 

Y con toda la crisis venezolana que hemos presenciado casi desde sus inicios y que ahora vemos como languidece, sin electricidad, sin atención médica, sin alimentos, asesinando inocentes, con todo ello y, dado el ascenso de Bolsonaro en Brasil, nuevamente Piñera en Chile, Duque como alfil de Uribe en Colombia, entre otros, se preveía un real giro a la derecha pues se percibía que los cambios serían más estructurales, lo cual es necesario para un real giro de timón, sumado a la generalizada crisis de la izquierda se alentaba el final de ese ‘socialismo del siglo 21’….pero apareció Andrés Manuel López Obrador en México.

Apareció AMLO con una estrategia de comunicación similar a la de Trump, el manejo de las movilizaciones, las confrontaciones con los “enemigos” de siempre y con los nuevos, el apego a la cotidianidad, distanciándose a su vez en lo ideológico y programático. AMLO es en lo político y en lo psicológico igual que sus homólogos del radar socialista, como Chávez, Maduro, Evo, Correa, Kirchner, que buscan la perpetuidad en el poder, apantallado por querer tener “tiempo” para hacer triunfar su revolución, pero en realidad es para prolongar el poder por el poder. Y ahí está lo peligroso. Todos los anteriores hasta apelaron a lo imposible con tal de quedarse en el poder periodos eternos, llevando a cabo referéndums, consultas nacionales, movilizaciones, cambios en la Constitución, acudir a la Justicia nacional, a veces con mayor éxito que otros. AMLO ha aprendido que ya no debe ser así, y como lo menciona Carlos Alberto Montaner cuando cita en su columna al politólogo cubano-mexicano Armando Chaguaceda, quien refiere que AMLO aprovechara este periodo de gracia inicial para poder hacer los cambios necesarios para conseguir la perpetuidad en el poder. Y es que es totalmente cierto, los inicios de los gobiernos otorgan un lapso que permite hacer y deshacer a cierto antojo y que, apantallando con las ‘reformas’ tan solicitadas se ingresa de ‘contrabando’ también lo que favorece directamente al decisor. Al final, los votantes y/o ciudadanos respaldaran la iniciativa en nombre del “cambio”, y los decisores políticos justificaran en el nombre del pueblo. Adicionalmente a ello y cuanto mucho más peligroso es que no es secreto la simpatía que tiene AMLO por los regímenes de Venezuela, Cuba, y satélites, y que mediante la utilitarización política de su “doctrina Estrada” se ha colocado como un actor que “respeta la política doméstica de cada país” pero que más bien está dirigida por una simpatía mayor, que a su vez hace que pueda posar para la foto con el gobernante de Cuba y Venezuela, avalando dichos regímenes y sus acciones respectivas además de buscar del saque la perpetuidad en el poder y manejando la política exterior con un alfil propio de la izquierda psicótica. Si así se figura el comienzo, el devenir será peor, con entreguismos de los recursos mexicanos a las manos cubanas, poniendo en bandeja de plata la economía nacional, la política, las vidas, etc. Aunque astucia tiene, y no lo hará tan evidente en principio.

No nos sorprendamos de ver en lo que pueda convertirse México. Advertidos estamos. 

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