El presidente de la República de Perú, Pedro Castillo, ha estado envuelto en una serie de acusaciones, que lo implican en actos de corrupción en las supuestas adjudicaciones de obra pública.
A más de un año de haber asumido el gobierno, Castillo enfrenta señalamiento por mantener una red de corrupción, donde tanto él, como sus familiares, están siendo investigados.
Hasta la fecha, el mandatario nacional tiene al menos 6 investigaciones, un hecho que se han considerado inédito dentro del país.
Aunque el presidente ha rechazado las acusaciones, las investigaciones aluden que Castillo adjudicó “licitaciones fraudulentas”, en la obra pública por casi 30 millones de dólares. Estas obras, la mayoría fueron aprobadas para la provincia de Chota, en Lima; y es la investigación que se relaciona con la detención de su cuñada Yenifer Paredes.
Todo queda entre familia
Esta investigación llevada por la fiscalía, se trazó un organigrama de como una presunta red criminal liderada por Castillo, incluía a varios de sus familiares y allegados.
La pesquisa envuelve al ministro de Transporte, Geiner Alvarado, el alcalde de Anguia, José Medina, la primera dama Lilia Paredes, y los testaferros que serían tres cuñados de Castillos, donde se incluye a Yenifer Paredes.
El caso y la implicación de Paredes, ha hecho que este sea otro golpe para la reputación del presidente, lo que genera una grave crisis institucional, a tan solo un año de su mandato.
Con la resolución judicial de la fiscalía, de autorizó la detención de la cuñada de Castillo y del alcalde de Anguía, amigo cercano del presidente. Así como los hermanos Hugo y Anggi Espino, dueños de las empresas elegidas a dedos para la construcción de las obras.
Paredes, la cuñada del mandatario trabajaba en la empresa de Hugo Espino, en la municipalidad de Anguía. Hizo prácticas profesionales bajo el gobierno del alcalde Medina, y estaba involucrada en los actos fraudulentos, donde ayudaba a los propietarios de dichas empresas, a encontrar los contratos.
“Autoridad moral”
Las últimas declaraciones de Castillo han hecho el caso aún más polémico, pues el mandatario alega que tales acusaciones se deben a su condición de “campesino”, elegido como presidente de la república por voluntad del pueblo, ha llevado a grupos de oposición a hacer los señalamientos.
Para el jefe de gobierno ha señalado que la lucha se debe asumir de forma frontal, contra los grandes flagelos, a lo que ha dicho “Nosotros si tenemos autoridad moral para decir que vamos a luchar contra la corrupción”.